viernes, 4 de julio de 2008

Por fin, PS3 + MGS4

Finalmente, ayer me hablaron para decirme que tenían disponible un bundle de Playstation 3 con el Metal Gear Solid 4. Lo había ordenado con estos tipos desde hace rato, a través de Mercado Libre, pero les pasó algo extraño y perdieron el lote que habían pedido. Trece días después, lo recuperaron y yo obtuve el bundle que había estado esperando desde hace meses.

Debo decir que el PS3 es toda una máquina. Los diseñadores de Sony se esforzaron por darle un look muy estético, con un acabado glossy que parece un pinche espejo. Claro que eso no esconde el hecho de que es un armatoste gigante y pesado que, ciertamente, parece una parrilla George Foreman. Además, se le notan mucho las huellas digitales y se llena de polvo rápido.



Sin embargo, el tamaño y el peso se justifican. Esta cosa tiene un sistema de ventilación muy eficaz (3 ó 4 ventiladores, no estoy seguro), varios chips de procesamiento, lector blu-ray, WiFi y fuente de poder integrada (a diferencia del Xbox 360, que requiere de un ladrillote externo). La versión que conseguí es de 80 GB, con compatibilidad casi completa con juegos de PS y PS2, 4 entradas USB, una de Compact Flash y otras de SD y Memory Stick. También tiene una entrada de HDMI, pero eso sólo me funcionaría si tuviera una TV de alta definición, cosa que no va a pasar en un buen rato. Como quiera, el PS3 saca la mejor resolución de la tele.

Está muy chido, porque tiene browser integrado con Flash Player, de manera que se pueden ver videos de YouTube; también tiene soporte multimedia y puede leer todo desde CDs hasta Blu-Ray. Además, si se tiene un PSP, uno puede conectarse al PS3 desde cualquier parte del mundo donde se tenga una conexión a Internet. Pero yo no tengo un PSP. Ser un gamer común sale caro. Ser un gamer pro sale en cuentas millonarias.

Eso sí, hay que cuidar muy bien esta mugre. Se llena de polvo fácil y -aunque según esto tiene una probabilidad de falla de menos de 1%- hay que protegerlo bien del calor. Se debe tratar a estos aparatos como damitas delicadas y caprichosas.

Este bundle incluyó también un control Dualshock 3, que es el que comienza a reemplazar al Sixaxis. Es inalámbrico y tiene la función chafa de Sixaxis, de sensor de movimiento (no es que sea chafa en sí; sólo lo es si se la compara con el control del Wii); la diferencia está en que tiene vibración. Hasta ahora la vibración ha sido decente, pero la verdad es que no la siento tan poderosa como la del Dualshock 2. Y este control no tiene mucho balance de peso. Como quiera, es bueno. No se le acerca ni un poco al Wiimote, pero al menos es más aceptable que el del Xbox.

Como sea, una de las razones principales que tuve para comprar el PS3 fue Metal Gear Solid 4. Estuve esperando ese mugroso juego desde principio de año. Y ya lo tengo. Y está excelente.

Como todos los juegos de MGS, toma tiempo agarrarle el gusto. Es un juego bastante complejo, pero hasta eso el gameplay está muy intuitivo, si bien requiere de un poco de dedicación para adaptarse a él. No es nada convencional: hay que aprender varias combinaciones de botones, lo cual al principio es un poco confuso, pero eventualmente uno termina dominándolo. (Si no has jugado antes algún juego de la serie, te va a costar un poco más de trabajo, pero basta algo de perseverancia.) Algo que le critican mucho a MGS4 es que constantemente tienes que pausar el juego para equipar armas, disfraces, artículos, etc., pero no le encuentro mucho sentido a esos reclamos. No veo que nadie se queje con los RPGs, que usan un sistema todavía más cargado en ese aspecto. Final Fantasy, Kingdom Hearts y World of Warcraft son juegos excelentes que usan un sistema pesado y lento, y no he visto que alguien les critique eso, porque, si lo hiciera, se vería estúpido. Por supuesto que MGS4 es un juego que sigue un ritmo muy distinto, pero, vamos, la personalización de Snake es indispensable, le da muy buen sabor al juego.



Por otro lado, lo que hace que MGS sea MGS es su historia y los cortos cinemáticos. Y eso es lo que menos le gusta a mucha gente: cutscenes larguísimas (de hasta media hora en MGS4) y una historia complicada y retorcida, a veces pseudointelectualoide y pretenciosa. Pero las cutscenes son increíbles, excelemente dirigidas y animadas. Hay momentos de acción sorprendentes. Es mucho mejor que la vasta mayoría de películas hollywoodenses de sci-fi/acción, y, además, ¡es interactiva! Las transiciones entre las cutscenes y el gameplay son perfectas. La historia ciertamente cae en muchos enredos y exageraciones, pero es bueno ver que no se toma a sí misma muy en serio; está llena de situaciones cómicas e irónicas. Y, por otra parte, al menos intenta hacer algo único.

Visualmente, MGS4 es el mejor juego que se ha hecho hasta el momento. Es increíble todo lo que sucede en la pantalla. Tú vas arrastrándote por el suelo, con tu traje octocamo que se camuflajea automáticamente, tomando la textura de tus alrededores, mientras soldados se gritan y matan mutuamente, las cosas explotan y se destruyen, el suelo se sacude, la cámara se llena de lodo, polvo, agua, y hay varios robots gigantes que mugen como vacas y te persiguen, creando situaciones bien pinche tensionantes, pero también entretenidas. Este juego sin duda llevó el PS3 al límite de su capacidad técnica.

MGS4 está lleno de detallitos muy chidos, los típicos kojimaismos, y de artículos complejos que hacen un gameplay muy variado. Está el Solid Eye, que es un parche de ojo que permite tener visión binocular, nocturna, etc.; Metal Gear Mk. II, un robot pequeño y chistoso que te acompaña, se puede volver invisible, da descargas eléctricas y puedes manejar a control remoto para que explore varias áreas. Está también el stress gauge, que mide la condición psicológica de Snake (si está muy alto, el wey se paniquea y valió madre). Una de las mejores cosas de este juego es que lo puedes jugar de maneras variadas. Los mapas son grandes, y tú escoges el camino que recorres para llegar a tu objetivo. Puedes tratar de jugar a las escondidas y terminar el juego sin matar a nadie (a excepción de los jefes); o, si te sientes con ganas, simplemente puedes salir a campo abierto y pasártela reventando cabezas. Ambas cosas son posibles. El sistema de combate es realmente bueno, con miras sobre el hombro (como en Resident Evil 4, sólo que aquí puedes cambiar al visión del hombro derecho al izquierdo) y en primera persona (aunque esta última no me gusta mucho y sólo se me hace útil en ciertas situaciones).

La verdad es que todavía no termino el primer acto del juego, pero lo estoy disfrutando bastante. Ya quiero pelear contra los primeros jefes. MGS4 me alegró mucho el día de ayer.

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