domingo, 20 de julio de 2008

The Dark Knight


Fui a ver The Dark Knight anoche. Soy un gran fan de los cómics de superhéroes y de las películas basadas en ellos, y Batman siempre ha sido mi superhéroe favorito. Me gustó bastante lo que Christopher Nolan hizo con Batman Begins (de hecho, es uno de mis filmes favoritos de todos los tiempos), y desde entonces había estado esperando con ansia la secuela. Y, la verdad, superó todas mis expectativas. The Dark Knight es una excelente película en casi todo sentido.

Fui a verla en Cinépolis Valle Oriente. Es fin de semana de estreno, e hice mal mis cálculos; llegué a la mera hora, y se habían agotado los boletos. Bueno, no me importó mucho, porque una hora después habría una función en IMAX, así que compré mi boleto y, por mientras, me puse a dar vueltas por el mol. Veinte minutos antes de que empezara, vi que había una fila larguísima para entrar a sala de IMAX. Debí preverlo, pero, en fin, me formé y me puse a esperar. Al lado, había otra fila todavía más larga, que, de hecho, daba un par de curvas por el lugar. Asumí que era para ver otra función de Batman, en otra sala, pero no; la fila en la que yo estaba era para la gente que había separado su boleto con anticipación, y que tenía preferencia. Oí que alguien dijo que era una fila "express", pero pensé que era broma. Me equivoqué; la otra fila era para la gente que había comprado su boleto en el momento, sin haberlo separado previamente. Así que me cambiaron de fila. Y prácticamente yo era el último, porque atrás de mí sólo llegaron dos parejas.

Obviamente, cuando por fin entré a la sala, casi no había lugar. Tuve que sentarme en la esquina de la tercera fila. Eso no es nada conveniente en una sala común, y menos aún en una IMAX. Y supongo que el dios de los clichés me echó una maldición o algo, porque un tipo gordo -y, quiero decir, GORDO como una pinche orca- se sentó al lado mío. En realidad, su tamaño no era inconveniente, porque los asientos son suficientemente anchos. El detalle era que, no sé qué problema tenía él que, en vez de recargarse sobre el respaldo del asiento, siempre se estaba inclinando hacia delante. Ahora, desde el ángulo en que yo estaba viendo la pantalla, el gordo me tapaba parte de ella cada vez que hacía eso. Entonces, también yo tenía que hacerme hacia delante para poder verla apropiadamente. En fin, por suerte, el tipo no parecía tener un periodo de atención muy largo, porque a la media hora estaba bien dormido. El problema vino cuando empezó a roncar. Luego, en una de las partes más interesantes de la película, se despertó y volvió a inclinarse hacia delante. Diez minutos después, estaba roncando de nuevo.

Pero, con todo, disfruté mucho la película. Vuelvo a ella.

Batman Begins fue un filme que tomó mucha inspiración de los cómics de Batman de los 80, especialmente de los de Frank Miller. En ese momento, simplemente era la película de superhéroes más profunda que se había hecho. Pero, con todo, me pareció que había un cierto tono light en ella; como si Nolan (o los productores) hubiera titubeado un poco y hubiera querido jugarla seguro, sin meterse en cosas demasiado sombrías, que pudieran espantar al público. Ése no es el caso con The Dark Knight. Esta película es bastante oscura para los estándares del género. Y lo curioso es que, como quiera, a la gente le ha gustado mucho.

Éste es un filme largo, de dos horas y media, pero, aunque la duración medio se siente en algunos momentos, no creo que haya habido un minuto de más. Todo lo que se incluyó en la película era necesario para hacerla coherente y para darle impacto. Hay mucho diálogo, y casi toda la película está centrada en el desarrollo de los distintos personajes. Como quiera, hay muchas escenas de acción entretejidas con todo el drama personal, y la historia y la narración están muy bien estructuradas. Visualmente, la fotografía es sobria, pero muy efectiva, como en la película pasada. La verdad es que, en cuanto a técnica y guión, no hay mucho que se le pueda criticar a esto. Es un filme bastante inteligente, y se nota que Nolan fue sumamente cuidadoso y meticuloso en cada aspecto.

Bruce Wayne aparece en medio de una crisis interior; él quiere dejar tanto su faceta de playboy millonario como su lado de Batman, para poder ser él mismo y llevar una vida tranquila y plena, casarse y todo eso. Es un tema común en las historias de superhéroes, y ya lo hemos visto en otros filmes, con Superman y con Spiderman. También ocurre un conflicto mayor cuando The Joker lo obliga a cuestionar sus propios principios y lo lleva al borde de la locura, a violar sus reglas más sagradas. Pero, la verdad es que el personaje de Batman fue el menos elaborado en toda la historia. El problema es interesante, y Christian Bale otra vez prueba ser el actor más indicado para el papel, pero aquí el enfoque estuvo, más que nada, en los villanos: The Joker y Two-Face. Con todo, aquí vemos a Batman como queríamos verlo. Su personalidad se desarolló bastante en Batman Begins (así que quizás eso compense esa pequeña falta de desarrollo aquí), pero en esa película vimos más que nada su lado "ninja", del experto en combate que sabe usar las sombras como su mejor herramienta. En Dark Knight, Batman aparece ya como un estratega mayor, como un detective y también como genio de la tecnología.



The Joker es quien se lleva toda la película. Los hermanos Nolan y Heath Ledger simplemente hicieron de Joker el villano más impactante y atemorizante que se ha visto en la historia del cine. Punto. Tomaron mucha inspiración del cómic de The Killing Joke, de Alan Moore, el cual es el que más ha explorado la relación entre Batman y Joker. Como en ese cómic, Joker está ahí sólo para probar un punto: que el orden que la gente construye, con sus reglas y su sistema ético, no tienen sentido. The Joker alega que no hay mucha diferencia entre él y el ciudadano común; él simplemente está unos pasos más adelante. La humanidad, él dice, va encaminada inevitablemente hacia su estado. Él sólo trata de darle un empujón. Y, para eso, debe probar que hasta la persona más recta y noble puede ser conducida hacia la más terrible y destructiva de las locuras.

The Joker no es un ser humano; está completamente despersonalizado. Él sólo es un arquetipo viviente, un agente del caos, que mata por matar y destruye por destruir. No tiene pasado ni nombre. Es por eso que se burla de los intentos por psicoanalizar su situación; él siempre da una versión distinta de cómo obtuvo sus cicatrices (como en The Killing Joke, "Sometimes I remember it one way, sometimes another... If I'm going to have a past, I prefer it to be multiple choice! Ha ha ha!").

Era muy sencillo cometer errores con este personaje, pero en esta película salió todo perfecto. The Joker es un genio que, harto de las leyes y los planes del mundo, los toma y los vuelve contra el mismo mundo. Los engaña a todos, coloca a la gente en una situación de perder o perder, y es capaz de provocar una psicosis masiva en Ciudad Gótica. Y tampoco le importa morir, con tal de que logre probar su punto. Los diálogos de Joker son de lo mejor de la película, y Heath Ledger va a ser siempre recordado por haber interpretado este papel a la perfección.

El otro personaje que también fue desarrollado a la perfección es Harvey Dent/Two-Face. De ser el fiscal de distrito más osado y recto, el "ángel" de Gotham que logró capturar a los peores criminales, y a quien Batman mismo estaba dispuesto a ceder su manto como campeón de la justicia, sufrió una transformación total hacia un ser tan caótico como el mismo Joker, que deja al azar el destino de los demás. Aaron Eckhart hace su papel genialmente. Tommy Lee Jones debe sentirse muy degradado y tonto ahorita.

También me gustó mucho el casting de Maggie Gyllenhaal como Rachel Dawes. Katie Holmes hizo "bien" su papel en la película anterior, pero ella siempre ha sido una actriz muy gris y desabrida. Gyllenhaal le da mucha más personalidad a su personaje, lo resalta considerablemente. Ella es una excelente actriz; basta ver The Secretary para darse cuenta de eso. Sería bueno verla en mejores papeles en un futuro.

Hay una cosa que no me gustó de la película, como quiera. La resolución se me hizo un poco irreal. Para mí, The Joker ganó la pelea y probó bien su punto; pero no podía ser así, por lo que decidieron torcer la situación en algo bastante inverosímil, donde la gente le demuestre a Joker que no todos ellos son animales brutos y egoístas, y que son capaces de sacrificar lo más valioso por el bien de otros. Digo, por favor...

Además, el final no fue más que una repetición del tema cristiano. El demonio (Joker) corrompe a los ángeles más fieles (Harvey Dent), pero un mesías (Batman) redime a la sociedad, ofreciéndose como víctima en expiación por sus pecados. Es interesante, desde el punto de vista de la creación de mitos, pero, en serio, pudo tener un mejor final.

Como quiera, sigue siendo un filme excelente. Obviamente, ya está entre mis favoritos. Tendré que ir a verla al cine por lo menos una o dos veces más.

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