viernes, 31 de octubre de 2008

¿Qué clase de posmoderno soy?

Cuando estaba estudiando en la facultad, varios de mis maestros izquierdosos y ultrasociológicos se quejaban de que la juventud de hoy día es apática, ignorante, egoísta y valemadrista. Se ponían todos nostálgicos a recordar su época setentera, cuando según esto existían ideologías sólidas y los jóvenes se preocupaban por mejorar su entorno social.

Yo les decía que todo eso era un montón de mierda. Después de todo, los güercos de hoy son los hijos y los nietos de aquellas generaciones, así que lo primero que deberían preguntarse es qué falló con ellos mismos y con su supuesto espíritu revolucionario y transformador.

Siento que nunca les caí muy bien, la verdad.

Según parece, el posmodernismo surgió del fracaso y la confusión ocasionada por la polarización de ideologías durante Guerra Fría, por el autoengaño de las causas revolucionarias brotadas del odio y por el desbalance autodestructivo sobre el que se funda la era de la información. El resultado consiste en nuevas generaciones que viven en una especie de limbo esquizoide y bastante suicida.

El otro día vi que una de mis amigas de Facebook se unió a un grupo llamado "YO NACI entre 1980 y 1989!! LA ULTIMA GENERACION CUERDA!!". Según ella, entre los ochenteros nació gente sin posmodernos en sus filas. Yo digo que quizás, si se trata de personas que viven en un pueblo apartado en la Sierra Occidental o en una tribu amazónica o algo. Pero, afrontémoslo, somos Generación Y, no podemos escapar al espíritu colectivo posmoderno.

Pero podemos escoger cómo manejar nuestra situación particular, como quiera.

Por un lado, no voy a negar sentirme perdido, solo, asustado y confundido en un mundo que pretende relativizarlo todo a favor de intereses egoístas. Eso está chafo, y no me voy a saltar al vagón de sonsos que se la pasan discutiendo significantes sin significado. Pero, por otra parte, tampoco quiero refugiarme en un búnker narcisista, como lo hacen muchos de los supuestos opositores del posmodernismo.

Pongo por ejemplo a Ernest Gellner, particularmente a su libro Posmodernismo, razón y religión. Lo leí hace algunos años y me gustó mucho, especialmente las partes que hablan del Islam y del pensamiento posmoderno. Me reí mucho de sus comentarios mamones y la manera en que deja a los filósofos y antropólogos posmodernos, como viles palos de gallinero. Básicamente, dio a entender que esos tipos están atrapados en un bucle "narcisista-hermeneutista" en donde se la pasan hablando de una forma imposible de entender acerca de su propia angustia por no poder entender nada. Según Gellner, a todo le ponen el prefijo meta- y el objetivo más preciado de todos esos intelectuales es sacar artículos hipercomplicados y sin sentido alguno, pero que apantallen a la gente y les permitan obtener plazas de profesor numerario en universidades distinguidas. Y la verdad es que tiene razón.

Pero hubo una parte de su libro con la que simplemente no pude estar de acuerdo. Él propuso, como alternativa a la religión institucional, al ateísmo y al agnosticismo, un "racionalismo ilustrado", firmemente basado en hechos coherentes y observables, que nos permita mantener la objetividad frente al fenómeno religioso.

Una vez más, ¡qué pinche risa con eso! Se la mamó.

Lo único que propuso ahí fue una especie de agnosticismo elitista: "puede ser o no puede ser, quién sabe, la diferencia es que mi opinión es más culta que la de los demás". Así es que, por más que le tire al posmo, Gellner probó estar atrapado en el mismo bucle de la conciencia de sí que analiza a una conciencia de sí, y de ser tan narcisista como sus adversarios posmodernos. La única diferencia con respecto a ellos es que al menos él intenta llegar a algún terreno firme, aunque en realidad le sea imposible lograrlo. Así que, por lo menos, Ernest tendría que admitir (en el hipotético caso de que siguiera vivo; acabo de darme cuenta de que lleva 13 años muerto) que de cierta forma también él participa del espíritu posmoderno.

No hay salida, no se puede escapar del espíritu colectivo. Por cierto que C. G. Jung lo repitió varias veces, con todo y que sus ideas no han sido del todo comprendidas hasta la fecha.

Entonces, yo no voy a negar formar parte del mundo posmoderno. Nací en la década de la caída del muro, he crecido en los inicios de la era de la información. No lo puedo evitar. Estoy perdido, solo, asustado y confundido, al estilo posmo. Pero, como dije, la diferencia estaría en cómo maneje estos sentimientos. Tengo mis propias ideas y creo que el núcleo básico de mi filosofía personal ya está formado, así que al menos tengo algo de que agarrarme. En mi opinión, el desarrollo individual (y dije individual, no individualista; es decir, la comprensión de la propia subjetividad, que implica la visión de un centro firme, si bien paradójico) es lo único que ha podido marcar la auténtica diferencia, en todas las épocas. Así que ahí está un camino universalmente probado. Hay que seguirlo.

Ah sí, feliz Halloween, por cierto. Perdón por perturbar a tu fantasma, Ernest, no lo hice en mal plan.

jueves, 30 de octubre de 2008

Porqué NO quiero que cremen mi cadáver

La cremación de cadáveres es de lo más usual hoy día. Mucha gente elige ser cremada, principalmente, porque no les atrae mucho el proceso de putrefacción, porque la cremación supuestamente es más limpia o porque desean tener un funeral poético donde esparzan sus cenizas en el océano o en algún otro lugar de valor especial para ellos.

Bueno, cuando yo muera, no quiero que me metan al horno. Mis motivos:

1. La cremación, en términos simbólicos, representa una ansiedad por entrar en el olvido. Nuestro cuerpo es aquello que simbólicamente nos ata a este mundo, y el querer deshacernos de él significa que existe una urgencia por apartarnos de aquí cuanto antes, de que nuestros familiares y seres queridos "superen" nuestra pérdida lo más pronto posible. Eso está de la chingada. Lo siento, pero al olvidar a los muertos nos distanciamos de nuestra propia humanidad, de nuestra capacidad para establecer relaciones profundas con los otros. Es justamiente el miedo a la pérdida lo que propicia este tipo de mecanismos de defensa y yo, en lo personal, pienso que la mejor manera de lidiar con esta realidad es afrontarla como es. Eso de esparcir las cenizas en el mar se me hace nefasto; el mar justamente representa el caos primordial, la indiferenciación. Básicamente, da a entender: "ya no quiero saber nada de este mundo, no lo disfruté y no le encontré sentido alguno". Yo no quiero dar ese mensaje final.

2. Quiero que mi cuerpo se pudra y descomponga, que se llene de gusanos y suelte nutrientes. Quiero formar parte del ciclo de carbono, que mis restos ayuden a otorgar nueva vida, en vez de permanecer estériles, como ceniza. Por eso mismo me rehuso a ser embalsamado. Sí, aunque apeste. Que se aguanten durante el velatorio.

3. Siempre existe la posibilidad de que regrese como un zombie. Bueno, no realmente, pero vaya si estaría chido que sucediera.


Así que eso es eso. Como sea, me agrada la idea de que mi esqueleto permanezca ahí durante siglos y siglos.

jueves, 23 de octubre de 2008

Incertidumbre económica, futuros orwellianos

Hace unos días, comenzó a circular mucho un video de un tipo histérico llamado Hal Turner, en donde, según esto, desvelaba el plan malévolo de los EU de A para desintegrar el dólar e imponer una nueva moneda, el amero, que también sería utilizada en Canadá y México, de la misma manera en que el euro se utiliza en Europa. Éste es el video:



En realidad, la moneda que ahí muestra es falsa, un modelo que un diseñador de nombre Daniel Carr sacó a la venta hace cosa de un año o más. Éste es el diseño:



Ésa es una moneda idéntica a la que mostró Turner y, como se puede ver en la parte inferior izquierda de la cara del águila, hay un DC estilizado, que es la firma del diseñador, un detalle que Turner no mostró. Eso me hace pensar que: 1) Turner es un tipo lelo que no posee la capacidad para hacer una búsqueda de 2 minutos en Google; o 2) es un farsante plenamente consciente de lo que hace.

Además, ese tipo de discurso, con frases como "me acaban de confirmar" y otro tipo de afirmaciones categóricas que no muestran sustento alguno, no es confiable el 100% de las veces.

Por otro lado, ese sujeto parece creer cada palabra que dice. Y a lo mejor es así, al menos en parte.

Ahora, acerca de las conspiraciones secretas:

Turner podrá ser demasiado extremista con lo que dice, pero honestamente pienso que sí hay bases para estar alarmados. La Unión de América del Norte es una consecuencia bastante lógica de la era de la información, y es una idea que se ha manejado desde la caída del muro de Berlín. El TLC fue el primer paso hacia ella. De hecho, es algo inevitable. Va a pasar. Quizás no el año que entra, pero sí más pronto de lo que nos gustaría esperar.

Las sociedades secretas existen desde que el hombre es hombre y no me sorprendería que el llamado grupo "Buildover" -cuya sola mención suele hacerse en susurros (no bromeo)- sea real. Su objetivo, según los conspiracionistas, es, como en las caricaturas, dominar el mundo. Supuestamente, el caos económico es una estrategia cuidadosamente diseñada para empujar la guerra y la psicosis colectiva, y así poder orillar a las masas a aceptar nuevas reglas, que comenzarían en el ámbito económico y culminarían con la implantación del Vchip en la población. Este VChip es un dispositivo tan pequeño que se puede injertar vía inyección y en él se encontraría contenida toda nuestra información personal: nombre, dirección, cuentas bancarias, estado de crédito, propiedades, cuenta de Google, etcétera, y aparte podría localizarnos dondequiera que estemos en este planeta. Éste es otro video famoso que habla sobre el tema:



Francamente, como están las cosas, pienso que vamos encaminados hacia esa dirección, que podría culminar en un mundo totalmente orwelliano o huxleyano. Es el sentido más lógico que puede seguir una sociedad de masas sobrecargada con información y más despersonalizada que nunca. También tengamos en cuenta factores catastróficos como el agotamiento del petróleo, el calentamiento global, el incremento constante y excesivo de la población humana, la acumulación de basura, la desforestación y el agotamiento de alimento, así como la posible extinción de una cantidad horrorizantemente enorme de especies animales y vegetales. No hay precedente histórico para lo que vivimos y lo que viene. Da miedo tener hijos.

Sí, el sueño psicopático de toda persona con un yo inflado a extremos casi psicóticos precisamente es dominar el mundo. ¿Y cuánta gente hay así hoy día? Como dije, me da miedo tener hijos. Pero luego, son tantas las variables a considerar que sencillamente no podríamos estar seguros de nada. Lo mismo puede suceder lo peor o una situación mucho más impredecible, quizás no necesariamente para mal. No se puede subestimar el poder de lo inconsciente colectivo. Como sea, lo único que nosotros, hombres comunes, podemos hacer es esperar y ver, tratando de prepararnos tan bien como nos sea posible.

sábado, 18 de octubre de 2008

Cosas que aprendí ayer

Ayer fui obligado a asistir a un evento de la UR para darles la bienvenida a los güercos de primer ingreso. Por la tarde, fui a un café con un amigo y de ahí nos pasamos a la fiesta de bienvenida de otro camarada que acaba de regresar de España. Fue un día productivo, aprendí algunas cosas.

En el evento:

1. Soy completamente inútil tratando de imponer mi autoridad sobre muchedumbres de niños de entre 14 y 16 años. La próxima vez tal vez deba llevar un rifle de caza.

2. Un payaso común y corriente, de actitud mamona y antipática, es capaz de prender y mantener entretenidos a 300 preparatorianos durante más de una hora. No sé si sea a causa de que las represiones infantiles en los adolescentes de hoy son cada vez más severas, pero todo mundo estaba encantado con juegos simples para niños de 10- años.

3. No sé si sea sólo yo o sencillamente un caso excepcional a las prepas de la UR, pero los güercos son excesivamente homogéneos. Todavía se pueden distinguir los grupos de deportistas y de ñoños, pero el resto es sorprendentemente indiferenciable. En especial me la pasé buscando los grupos de rebeldosos amarguetas, mamones y sarcásticos, con cara de "querría estar en cualquier otra parte menos aquí", pero no los pude encontrar. Si acaso vi a un par de emos aislados que no se la acaban con el carro que reciben, pero fue todo. ¿Qué le pasó a las Darias y a los Darios? Hace falta ese contrapeso esencial.

4. Si lo que quieres en entretener a una muchedumbre de prepos, jamás invites a una conferencista para que hable del rock mexicano femenino en la década de los 50. Menos aún si se va a ir por las ramas hablando de lo indispensable del uso del condón y luego se pone a cantar composiciones propias del tipo 60s-70s, con una guitarra desafinada y una voz poco educada. Es decir, lidiar con un adolescente aburrido puede ser una experiencia pinche; multiplícalo por 300, y lo que obtienes es lo más parecido a la venida de Satanás a la Tierra.

5. Hay que tener cuidado con lo que uno escoge para comer, especialmente si se está en ayunas, cansado y con un hambre propia de náufrago. Un burrito con papas a la francesa puede llegar a tener un desacuerdo fuerte contigo.


Por la tarde / En la reunión:

6. Comprar libros comerciales de Robert Kiyosaki, Napoleon Hill y Malcolm Gladwell acerca de cómo hacer y administrar el dinero, puede ser algo realmente productivo y quizás formen las lecturas más prácticas en lo que llevo de vida. Ahora mi biblioteca se verá curiosa: libros de historia y antropología, diversos estudios de historia de las religiones, psicoanálisis, estudios medievales, hermenéutica y teoría literaria, un montón de novelas y, al final, títulos como Piense y hágase rico, La clave del éxito (The Tipping Point), El cuadrante del flujo de dinero e Incrementa tu IQ [sic] financiero.

7. La lectura de Tarot siempre es un hit en las fiestas y reuniones. Parece que este tipo de cosas atraen, en especial, a las mujeres. Así que quizás pueda usar esto para mi propia ventaja.

Ajá, a quién trato de engañar. Tengo el poder de seducción de un ornitorrinco en aguas saladas.

8. Uno puede tener una discusión interesante y constructiva con gente escéptica y positivistoide (pero culta), acerca de las cualidades del Tarot como recurso terapéutico y, yendo un poco más allá, sobre cómo influye la sincronicidad en la tirada de cartas. Claro, tenía un amigo que me apoyaba y la persona con quien discutía era un buen camarada, así que quizás esto no cuente. La plática atrajo a otras personas que no conocía, pero no creo que hubiera tenido tan buenos resultados de haber ocurrido con completos extraños. No lo sé.

Oh, y casi lo olvido:

9. Un cartón de cervezas puede ser un objeto con fuerte valor sentimental. Cuando mi amigo nos dio un cartón para que compráramos cheve, nos dijo: "Nomás díganles a los del Oxxo que pongan las cheves en este mismo cartón. Es que el cartón tiene historia, mi abuelito se lo dio a mi hermano y mi carnal me mataría si le pasa algo. Hasta tiene nombre y todo. Se llama 'Carto'".

Lo chistoso es que olvidamos el cartón en un 7 y tuvimos que regresar por él.

"Se llama 'Carto'". Ésa fue la frase de la semana.

jueves, 16 de octubre de 2008

Absurdo # 4,298,987,543: Jerusalén

La mayoría de la gente tiene la idea de que la historia de Jerusalén comenzó con la llegada de los israelitas, pero pocos saben (o se quieren dar cuenta) de que esa ciudad ya existía 600 años antes del rey David. Se trataba de una ciudad sumeria menor, probablemente consagrada al dios del sol poniente, Shalem, según parece indicar su nombre, "Jerusalén", "Urusalim", "Yershalaim", es decir, "fundación de Shalem".

(Es chistoso cómo la ciudad sagrada del monoteísmo ha conservado su antiguo nombre pagano. Bueno, al menos por parte de judíos y cristianos; los musulmanes la llaman al-Quds al-Sharif, "Ciudad Santa y Noble".)

La fundación de Jerusalén como ciudad santa hebrea ocurrió cuando David se convirtió en soberano de los reinos de Israel y de Judá, alrededor de 1,000 a.C. Él tenía un problema: ambos reinos, aunque hermanos culturales, estaban muy enemistados. Si David establecía la capital del nuevo reino unificado en Israel, a la gente de Judá no le iba a caer muy en gracia, y viceversa. Pero, para su fortuna, vio que justo en medio de ambos reinos existía una pequeña ciudad-estado jebusea llamada Jerusalén. La conquistó sin muchos problemas y, para legitimarla como capital, mandó que el Arca de la Alianza -una representación de la unión eterna de Yahveh con su pueblo- se fijara ahí.

David, nada idiota, formó alianzas con sus nuevos súbditos jebuseos, y les permitió conservar terrenos y posesiones, y nunca se metió con sus cultos religiosos. Incluso, una de sus principales esposas, Betsabé, era jebusea, y ella fue quien dio a luz a su heredero, Salomón (quien de sabio tenía poco, pero ésa es otra historia).

Después de David, la historia de Jerusalén se desdobla en una serie de constantes dictaduras, invasiones y destrucciones. La religión monoteísta se convierte en común denominador dentro de todo esto, y hacia el siglo VII d.C. ya forma parte de la identidad de judíos, árabes y cristianos latinos y orientales. Si bien ya antes habían ocurrido todo tipo de genocidios y matanzas en esa ciudad, a partir de entonces la cosa se pone más dura que nunca. Y no es que no haya habido una pizca de razón en medio del caos: el califa Omar, primer conquistador musulmán de Jerusalén, trató de sembrar la concordia entre los distintos pueblos que la habitaban y se mostró excepcionalmente tolerante hacia sus costumbres y creencias. Pero nada dura para siempre, y eso es especialmente aplicable a todo intento por crear algo de conciencia y sensatez.

Un caso que siempre me ha impresionado mucho es la conquista de Jerusalén por parte de Saladino, en 1187. En 1099, contra toda probabilidad, los cruzados arrasaron a los ejércitos árabes y cometieron uno de los crímenes más inolvidables de la historia: mataron a cerca de 30,000 jerosolimitanos, entre hombres, mujeres, niños y ancianos. Ochenta y ocho años después, un franco torpe, bárbaro y fanático llamado Guy de Lusignan subió al trono de Jerusalén y, junto con su compadre Reinaldo de Châtillon, príncipe de Antioquía, hicieron guerra abierta a Saladino y perdieron el reino en la batalla de Hattin, recordada como uno de los más idiotas fracasos estratégicos en la historia conocida.

Debido a la presión de sus subordinados, Saladino se disponía a recuperar Jerusalén de la misma manera que los cruzados lo hicieron antes: matando hasta el último de sus habitantes. Así habría sucedido de no ser por la oportuna intervención de Balián de Ibelín. Balián y Saladino eran hombres caballerosos y de honor, que se respetaban bastante el uno al otro (en serio). Saladino dio la oportunidad a Balián de escapar a tierras cristianas y le otorgó permiso de permanecer en Jerusalén por un par de días, mientras escoltaba a su familia hasta Trípoli. Sin embargo, cuando Balián vio la miseria en que se encontraba la gente de la ciudad, regreso con Saladino y le pidió que no le hiciera cumplir su promesa de no tomar armas contra él. El sultán respetó su voluntad y lo dejó regresar para que organizara la defensa de Jerusalén.

Balián obligó a Saladino a llegar a un acuerdo: dado que el sultán amenazaba con matarlos a todos, no tenían nada que perder, y los defensores no dudarían en matar a sus propias esposas e hijos, en quemar todas las mezquitas y Balián aseguró que cada uno de ellos mataría por lo menos a un musulmán en batalla. Saladino accedió a respetar sus vidas, siempre y cuando los cristianos se rindieran pacíficamente. No obstante, todos ellos quedarían como prisioneros a menos que pudieran pagar una pequeña suma por su rescate. Balián aceptó.

Entonces ocurrió uno de los sucesos más increíbles en la historia de la humanidad. Los musulmanes se sintieron muy indignados al ver cómo los cristianos más ricos salían de la ciudad cargando sus tesoros en varios carros, sin preocuparse por el destino de sus correligionarios más pobres. Saladino mismo lloró al ver cómo separaban a las familias cristianas y ordenó la liberación de varios miles. Su hermano pidió mil prisioneros para su uso y los liberó ahí mismo. Varios otros oficiales musulmanes hicieron lo mismo.

Con esos actos, Saladino mostró una integridad ética tan ejemplar que los mismos cristianos quisieron apropiárselo, difundiendo mitos acerca de un supuesto bautismo secreto y varias otras tonterías. Como sea, son este tipo de cosas las que hacen que uno recupere al menos algo de fe en la humanidad.

Pero no por mucho. Tan pronto como Saladino murió, volvieron las matazas y las disensiones, que han continuado de manera ininterrumpida desde hace 800 años.

¿Cómo puede el ser humano permanecer estancado en un estado tan terrible e infantil durante tanto tiempo? ¿Cómo puede no aprender otra cosa que destruirse a sí mismo hasta la muerte? Es deprimente. Pero así es la naturaleza de la masa: anula todo valor ético a favor de los sentimientos más salvajes. Sólo la desarrollada mente individual, como la de David, Omar y Saladino, ha logrado crear excepciones en la historia. La triste realidad es que es casi imposible luchar en contra del espíritu colectivo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Sueño

Soñé que estaba en la corte de los reyes de Argos. Era una especie de palacio-templo, muy amplio y majestuoso. La sala principal era realmente impresionante, llena de esculturas y relieves en los muros y las columnas. Sobre las paredes lucían trofeos y tesoros, entre los cuales estaba el vellocino de oro. Había varios reyes sentados sobre sus tronos, bebiendo y platicando. Por toda la sala había mesas de banquete, con comida y, sobre todo, opio. En una mesa frente a los reyes había ofrendas de leche y miel.

En medio de la sala había un gran círculo de piedra, grabado en el suelo. Mostraba figuras y símbolos complejos, todos ellos simétricos. En su centro, había una figura femenina muy atractiva. Este círculo era la entrada a una bóveda o cueva bajo el templo, donde se encontraba la Madre de Todas las Serpientes. Las ofrendas de miel y leche eran para ella.

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Batallo para interpretar el sueño. Hay varios mitos que se confunden ahí. El vellocino de oro fue obtenido por Jasón, pero él fue rey de Yolco, no de Argos. No obstante, su barco era el famoso Argo, y Jasón formaba parte de los argonautas, junto con su tripulación. La madre de todas las serpientes se me figuró doble, Hékate y Coatlicue, y con razón, ya que son figuras casi idénticas: ambas diosas de la fertilidad y el nacimiento, de triple rostro y con atributos mágicos sombríos. Por otro lado, un rey famoso de Argos fue Perseo, quien derrotó a Medusa, la gorgona con cabellos de serpiente. Y Jasón estuvo comprometido con Medea, a quien es fácil identificar con Hékate.

¿Qué significa todo esto? Argos era un reino aislado dentro de Grecia, que nunca se alió con ningún otro poder, ni siquiera durante las guerras contra los persas. Y, curiosamente, durante un buen tiempo fue regido por tres reyes. Por lo tanto, mi sueño es más o menos preciso en este sentido, aunque yo soñé con por lo menos unos 8 ó 10 reyes, y se me figuraba que algunos de ellos eran fantasmas que ya no regían ahí.

Así que estaba en territorio neutral, en un palacio-templo que albergaba a una antigua diosa ctónica debajo de él. Los poderes humanos y divinos se unían ahí y, efectivamente, Hékate es una diosa mediadora, similar a Hermes; puede moverse a sus anchas dentro y fuera del Hades, sin que nadie le diga nada y, como Hermes, es engañosa y posee misteriosas cualidades mágicas. Hékate, con sus tres rostros, también es la diosa de las encrucijadas, emparentada con la Luna, que guía al hombre en sus decisiones más importantes.

Argos podría simbolizar mi alma, aislada, pasiva y en constante evasión (por eso del opio). El vellocino de oro y los trofeos representarían algunos de mis logros, que probablemente refieran al ámbito académico (mi proyecto de investigación me ha costado mucho) y a otros de carácter más personal y anímico. En los reyes existe una ambivalencia: el rey es símbolo del poder y la acción terrenal concreta; pero entre ellos también existe la adicción al opio.

Dicotomía central en el sueño: actividad-pasividad.

La serpiente es un símbolo complejo. Representa mediación (es animal de agua y tierra), fertilidad y sabiduría, pero también agresividad y enfermedad (es un predador ponzoñoso). Más frecuentemente, simboliza la transformación, la muerte y la resurrección. ¿Significa que atravieso por un periodo de cambio? Obviamente, y uno lleno de peligros.

Hay algo que me molesta un poco. Hékate es la diosa de las encrucijadas, pero aquí sólo muestra dos direcciones: la acción o la evasión. Son extremos. ¿Dónde está el tercer camino, su tercer rostro? ¿Por qué está oculto? ¿Será que, por el momento, sólo puedo decidirme entre esos dos? ¿Aparecerá el mediador más adelante? No sé qué debo hacer. Una cosa es segura: uno no debe permanecer mucho tiempo en una encrucijada; de otra manera, las almas de los muertos lo destruirán. Pero, en cualquier caso, ésa es la consecuencia obvia de la evasión.

martes, 14 de octubre de 2008

Ajá

IGN publicó su reseña para Dead Space, y lo calificó con un 8.7. Entonces, por ESO le dio un 6.7 a Silent Hill: Homecoming: parece que Konami no les pagó tanto como EA.

Dead Space salió en competencia directa con SH, en el mes de Halloween, preciado para el género de survival horror. Considerando que cada juego cuesta 60 dólares, la mayoría de los fans se decidirá por uno de los dos. Esto propicia muchos tipos de actividades mafiosas entre las compañías, y la principal suele ser la manipulación de las críticas "profesionales". No es la primera vez que pasa, ni será la última.

Es chistoso cómo ahora este crítico (que casualmente es el mismo que reseñó el juego de SH) se deshace en alabanzas para Dead Space, y sus quejas son menores y aparentemente más centradas. En cualquier caso, parece absurdo: si una casa de los sustos asusta más que SH, entonces ¿cómo debería quedar DS, cuya atmósfera evidentemente es menos tensionante? Si un niño disfrazado de hombre lobo asusta más que los monstruos de SH, ¿qué hay que decir de los de DS, que parecen sacados directamente de Aliens? Además, esta vez no se quejó del nivel de oscuridad, que, aparentemente, es muy similar al de SH. En fin...

Es por eso que simplemente no conviene dejarse guiar por las reseñas de estas compañías. Sea cual sea: IGN, Gamespot, GT, etcétera. Siempre será preferible checar los foros de discusión y ver lo que opina la gente que ya los ha comprado.

Habiendo aclarado eso, Dead Space se ve bastante divertido. Lo compraré más adelante, cuando mis ahorros estén más sólidos. Sí, soy fan hardcore del survival horror, formo parte de la minoría que compra todos estos juegos.


Reseña de Silent Hill: Homecoming


Reseña de Dead Space

jueves, 9 de octubre de 2008

Silent Hill: Homecoming

Estoy contento de reportar que Silent Hill: Homecoming es un buenísimo juego de survival horror, y sin duda uno de los mejores de la serie. Hace una semana, IGN lo calificó con un mediocre 6.7, pero las críticas que le hicieron fueron demasiado subjetivas, y algunas de ellas plenamente estúpidas: "Alex (el protagonista) es demasiado capaz; a mí me gusta que los personajes sean torpes", "no asusta", "lo malo acerca de la música es que es muy buena para el juego". El tipo que lo reseñó necesita dejar de inhalar thinner. En serio.

Buena parte de la crítica empezó desde hace mucho tiempo, cuando se supo que Double Helix se haría cargo del diseño del juego. Nada de Team Silent, nada de japoneses; ahora sería el turno de los gringos. Y, ciertamente, no faltan las gringadas, especialmente en cuanto a los sustos, que a veces son muy predecibles. Pero no todo el tiempo. Piensa en esto: estás caminando en un mundo casi monocromático y cubierto de niebla, totalmente aislado y desolado, claustrofóbico, lleno de detalles grotescos, con una música ambiental industrial y tensa en el fondo, ritmos agresivos y efectos de sonido excepcionales; y, sin que te lo esperes, un perro desollado y extremadamente rabioso te salta encima desde una esquina, o una silla de ruedas baja sola por las escaleras, o un cuerpo cae del techo. Por sí solos, esos sustos no valdrían nada; pero el suspenso y la opresión que crea la atmósfera y la música son lo que hacen que ese tipo de sustos cuenten.

En fin, me estoy adelantando mucho.

El protagonista de esta historia es Alex Shepherd, un boina verde fuera de servicio que regresa a su pueblo, Shepherd's Glenn, para buscar a su hermano pequeño y a su padre, que han desaparecido. Pero, al llegar, encuentra a su madre en un estado catatónico, hay una cosa muy fea en su sótano y el pueblo prácticamente está desierto. Durante la primera mitad del juego, Alex solamente está yendo de aquí para allá, matando monstruos sin saber qué demonios pasa ahí. Pasando la mitad del juego, la historia comienza a avanzar, y, poco a poco, uno descubre los lazos que unen a Shepherd's Glenn con el pueblo vecino de Silent Hill, su culto a los demonios y todo eso.



No voy a spoilerear nada, así que sólo diré que la historia no es mala, y se desenvuelve de una manera bastante decente. Muchos la critican porque no es una continuación directa de la historia original, y porque no aparecen los personajes de Alessa, Dahlia y compañía. Bueno, ¿y eso qué? Para empezar, la historia de Silent Hill nunca fue nada extraordinario, y todo siempre se ha reducido a "no puedes deshacerte de tu oscuro pasado (o el de tu familia, o lo que sea), tu destino te llama a Silent Hill, donde deberás tratar de arreglar las cosas". Al menos en mi opinión, la historia funciona mientras pueda mantener algo de misterio. Y eso es algo que los juegos de SH siempre han logrado hacer.

La principal diferencia de este juego en relación a los anteriores está en la manera en que uno controla a Alex. Él es un soldado, y, como tal, está bien entrenado para el combate. No es como los anteriores protagonistas, cuyos movimientos se reducen a dar golpes simples con un arma determinada; Alex puede dar golpes rápidos y fuertes, regular su intensidad, hilar combos, evadir ataques y manejar armas de fuego con mucha precisión.

¿Hace eso que sea demasiado capaz? PARA NADA. Éste es el juego de SH más difícil que he jugado. La inteligencia artificial de los enemigos es considerablemente alta (incluso en dificultad normal), uno tiene que usar trucos distintos para cada monstruo y eso no es nada sencillo. La cosa se complica todavía más cuando sólo te dejan cargar 12 balas de escopeta y como 18 ó 27 de pistola (no recuerdo). Las municiones comienzan a escasear pronto y, sin ellas, no hay manera de derrotar a ciertos monstruos, como schism o siam. Peor aún, pasando cierto punto del juego, los items de salud comienzan a reducirse y la distancia entre cada punto de salvado es mayor. Básicamente, este juego te avienta un montón de enemigos en un espacio contrecho, te engaña al hacerte pensar que estarás seguro una vez que los hayas matado y te obliga a sobrevivir con un hilo de vida durante largos, largos periodos de tiempo.

En realidad, buena parte del tiempo vas a tener que pasarla huyendo de varios monstruos, para así poder ahorrar algo de salud y balas. Y eso no es fácil: te perseguirán a donde vayas, entrar a cuartos distintos no basta para deshacerte de ellos y, si crees que puedes pasar furtiva y sigilosamente, sin que te noten, tendrás que cuidarte de no hacer el menor ruido, de no avanzar a pasos pesados ni de tocar nada que puedas tirar o que emita algún sonido.

¿Entonces Alex es muy capaz? Los de IGN son unos retrasados mentales.

Por lo demás, el diseño del juego es 100% Silent Hill: estructura linear que te guía a través de distintos escenarios (calles desoladas, un hotel, un hospital, casas, un cementerio, las alcantarillas y otro tipo de lugares enteramente extraños y pesadillescos); debes explorar cada rincón de cada escenario para encontrar items y objetos necesarios para pasar al siguiente lugar; resolver uno que otro puzzle, ninguno demasiado difícil; y matar a una serie de monstruos y jefes.



Y, hablando de monstruos y jefes, los de Homecoming son excelentes: grotescos, extraños, surrealistas y repletos de temas sexuales. Los boss fights son, sin la menor duda, los mejores de la serie. Scarlet probablemente es el jefe más atemorizante y difícil contra el que he tenido que pelear en un juego de SH. Si acaso, lo único de lo que me puedo quejar es de la falta de variedad de monstruos. O, la verdad, no sé si esté pidiendo mucho; hay 8 monstruos diferentes en este juego, todos ellos con muy buen diseño (bueno, las cucarachas no tanto), pero hubiera querido ver más que sólo esos. Con unos 12 habría estado perfecto.

En cuanto a lo visual, este juego es el mejor de todos. Los gráficos de la actual generación son geniales: los monstruos se ven muy nítidos, la construcción de la atmósfera es excelente, muy compleja y llena de detallitos tan finos que vale la pena darse tiempo sólo para observarlos de cerca (la inclusión de una vista en primera persona me pareció más que apropiada). El otherworld es de lo mejor: la transición, como si el mundo se estuviera despellejando, fue tomada directamente de la película y se ve muy bien; y también tiene detalles padres, como el filtro de película vieja y las chispas que salen de entre las rendijas del piso metálico, que refieren a la mina de carbón incendiada, otro préstamo de la película. Los escenarios son extraños y algunos de ellos plenamente oníricos y de pesadilla, muy imaginativos y difíciles de describir. Los cortos cinemáticos son también muy nítidos y las expresiones faciales son bastante convincentes. Otro buen detalle fue que tanto Alex como los monstruos muestren el daño que se les hace, ya sean golpes, balazos, cuchilladas, hachazos, etc. Mi única queja quizás sería con la animación del agua, que se ve poco acabada, pero, en general, estoy contentísimo con el diseño visual del juego.

Es todo lo que tengo que decir. Éste es un excelente juego de survival horror, que me ha dejado feliz. Qué se joda IGN, SH: Homecoming es un juego de primera calidad en su género.

martes, 7 de octubre de 2008

Comparando a Nick Cave con Tom Waits

Si te gusta la música de Nick Cave, entonces debe gustarte la de Tom Waits, y viceversa. Al menos ésa es la idea común y, ciertamente, en general, a los fans de un artista también les gusta escuchar al otro. No sé si Tom Waits lo haya hecho con Nick (lo dudo), pero al menos Cave ha citado a Waits como influencia e incluso lo alabó en su lectura The Secret Life of the Love Song.

Pero, ¿qué tienen en común estos músicos? Waits toca con percusiones de basurero, ritmos nada usuales, voz única y ronca que turce de las maneras más excéntricas. Por su parte, Cave canta con una voz grave y limpia (si bien no demasiado educada), tiene un estilo más obsesivo y rockanrollero, y sus baladas le tiran mucho a la Leonard Cohen. Pero, más allá de esto, ciertamente comparten muchas cosas. Ambos pueden ser tan crudos como finos, su música tiene una firme base de blues, y sus temas son profundos, sombríos, provocadores, sentimentales y penetrantes, fusionados completamente con la música. También poseen una visión y una filosofía muy bien definida acerca de lo que hacen, a la que han permanecido fieles, volteándoles las cosas a varias corporaciones que han querido lucrar con ellos.



Por cierto que han tenido vidas muy distintas, aunque también en ellas se pueden encontrar algunos paralelos. Cave, australiano, vivió su juventud durante los setentas y ochentas, procede de una familia muy religiosa, fue marcado por la muerte de su padre en un accidente automovilístico, dejó sus estudios para dedicarse al rock, se volvió un drogadicto empedernido, tuvo dos hijos con mujeres distintas (uno al cual nunca ve), se rehabilitó, volvió a caer, volvió a salir, tuvo un corto y turbulento romance con P. J. Harvey, y finalmente se estabilizó, se casó con la modelo Susie Bick, y tuvo otros dos hijos con ella. Ahora, a sus 51 años, él parece estar feliz.

Tom Waits es 8 años mayor que Cave, pasó su infancia en California, entre padres divorciados, trabajó en un club nocturno y en la guardia costera, firmó su primer contrato musical a los 23 años, cayó en un alcoholismo severo, inició una relación sentimental con Rickie Lee Jones, terminó con ella, salió del vicio, trabajó con Francis Ford Coppola, se casó con la multifacética Kathleen Brennan, tuvo hijos y, según sus propias palabras, hoy día es feliz.

Puntos en común: adicción, etapa de vida turbulenta, seguida de estabilidad y vida familiar.

Metámonos ahora un poco en la personalidad de ambos artistas. Creo que es seguro decir que la música de Nick Cave es predominantemente negativa, llena de tensiones, conflicto y ambivalencias. Incluso cuando canta sus piezas más rockeras, bohemias o menos "serias" (por ejemplo, "Black Betty", "Get It On", "King Kong Kitchee Kitchee Ki-Mi-O", o "West Country Girl"), su voz tiembla de manera obsesiva, cosa que en parte define su estilo. Incluso sus canciones más sentimentales suelen ser melancólicas y tienen un cierto aire apesadumbrado, aunque, ciertamente, eso no es una regla general en su música ("Breathless", "There She Goes, My Beautiful World" son canciones realmente felices), sino meramente es lo que más peso tiene en su repertorio.

Evidentemente, Nick pasó buena parte de su vida entre conflictos emocionales serios y bastante difíciles, que ayudaron considerablemente a moldear su "musa". Su música refleja ese "estar entre opuestos", una eterna ambivalencia en la que se acerca y se aleja de las mujeres, de Dios, de su padre, y sencillamente no sabe cómo resolver esa situación. Estas circunstancias se agudizaron a un punto tal que su única defensa consistió en fusionarse con problema, hacerlo parte de su identidad y desahogarlo a través de su música, cosa que sin duda lo ayudó bastante a mantener la cordura.

Su narcisimo, su enorme ego, tampoco debió ayudarle mucho. Cave tiene una personalidad sumamente carismática; no dudo que sea muy leal con sus amigos y un seductor experto con las mujeres. Su espíritu atrae a mucha gente, si bien me da la impresión de ser una persona extremadamente sensible y muy fácil de ofender. Le encantan los reflectores y dudo mucho que acepte el papel de segundón. Al contrario, le gusta que la gente lo siga, que le haga coro, y su personalidad es tal que incluso ha consiguido que artistas de la talla de Blixa Bargeld y Warren Ellis lo segundeen. Pero, por su parte (hasta donde sé), él no ha cumplido con un papel similar con otro artista.



Si bien Nick Cave ha tocado algo de folclor tanto americano como australiano, sus música nunca se ha definido por ello. Waits, por su parte, es 100% norteamericano, y le encanta saltar del folclor rural gringo al ambiente urbano y el blues callejero. Waits, como Cave, puede ser extremadamente crudo y sombrío, tratar temas neuróticos, mórbidos y obsesivos, situarse también en esa lucha entre Eros y Tánatos, cantar con pesadumbre penetrante, componer una música emocionalmente drenante y tensa. Todo eso lo tiene en común con Cave, pero hay una diferencia mayor entre ambos: como dije, Cave es predominantemente negativo, mientras que Waits sabe hacer uso del humor y buena parte de su música es de lo más vitalista que he escuchado.

La personalidad de Tom Waits es excéntrica, loca, extrañísima. Al igual que Nick, es un niño eterno y algo misantrópico, que desearía nunca haber perdido aquella supuesta inocencia infantil ("I Don't Wanna Grow Up"). Es paranoico, pero sabe asimilar muy bien sus temores y puede controlarlos ("What's He Building?"). Y, con todo, ha compuesto los que quizás sean los temas más maduros y conmovedores que he oído, y admirablemente logra que no suenen cursis ("House Where Nobody Lives"). Creo que una canción que define muy bien su estilo es "Make It Rain". En ella, narra la típica historia del sujeto cuya mujer le quitó todo su dinero y a su mejor amigo; pero no por eso se deja caer en la total autocompasión, el autodesprecio o la inutilidad. Al contrario, él dice "I wanna believe in the mercy of the world again / Make it rain". Básicamente, narra lo horrible que lo ha tratado la vida, lo difícil que le ha sido sobrevivir en un mundo de perro que come perro, lo mucho que ha batallado tratando de aclarar sus emociones; pero, al final, nada le quita el deseo de seguir viviendo, de tratar de arreglarse a sí mismo.

Quizás, yendo más allá de lo formal, ésa sea la diferencia más profunda entre ambos músicos: uno canta desde una perspectiva casi enteramente sombría, mientras que el otro navega por ambos lados, luz y sombra, con toda familiaridad.

Personalmente, no puedo decir que prefiera a la música de uno sobre la del otro. Para mí, musicalmente, ambos están al mismo nivel y, de hecho, creo que les dedico más o menos el mismo tiempo. Aclaro que este post no lo escribí para tratar de definir quién de los dos es "mejor", en cualquier sentido o plano en que se lo pueda interpretar. Sólo doy mis impresiones y la verdad es que yo disfruto de ambos por igual.

domingo, 5 de octubre de 2008

Mariposas y polillas

La relación entre las mariposas y las polillas me asombra mucho. Sus diferencias perceptibles prácticamente son extremas; pero, en su esencia, ambos insectos son indistinguibles. la cosa va así:

Mariposas. Diurnas, coloridas, de cuerpo delgado y relativamente liso, antenas rectas, pliegan las alas verticalmente, migran, son muy limpias.

Polillas. Nocturnas, de colores opacos, con cuerpo ancho y escamoso ("peludo", por decirlo de otra forma), antenas curvas, pliegan las alas horizontalmente, no suelen migrar, son bastante sucias y cargan numerosas bacterias.



Sus características muestran extremos opuestos, pero, genéticamente hablando, es muy difícil diferenciar a una mariposa de una polilla. Los entomólogos siempre han discutido mucho acerca del tema, y las clasificaciones que proponen para distinguir una de otra son controvertidas. Genéticamente, mariposa y polilla son como los polos de una misma especie.

Lo que intento decir es que sorprende mucho cómo, en esencia, no existe diferencia entre un extremo y otro. Y tiene sentido, ya que positivo y negativo, blanco y negro, luz y sombra, son parte de una misma cosa, meras abstracciones que utilizamos para darle un poco de orden al mundo; el problema es que a veces nos concentramos mucho en "estas cosas" y nos olvidamos del todo al que pertenecen, de lo más esencial del asunto.

Por otro lado, hay excepciones a la regla. Hay mariposas diurnas, polillas nocturnas, polillas que pliegan sus alas verticalmente, mariposas que tienen antenas curvas, etc. Un ejemplo claro quizás sea la acherontia atropos (la famosa mariposa "cara de muerto" que apareció en Silence of the Lambs). Esta lepidóptera particular suele volar durante el crepúsculo, pliega las alas horizontalmente y posee colores tanto claros como opacos. No por nada representa la transición, y hasta tiene un dibujo en el tórax que asemeja una calavera humana, la muerte, el paso de un estado a otro.

En otras palabras, donde hay extremos, también debe haber puentes que los unan. Al menos me gusta pensar eso.