viernes, 8 de agosto de 2008

SoulCalibur IV

Recuerdo que, cuando tenía 15 años, varios amigos y yo pasamos muchas tardes jugando el primer SoulCalibur, para Dreamcast. Fue un gran juego, todo un éxito y un parteagüas en los juegos de pelea, con un gameplay complejo y un excelente diseño de personajes, algunos de los cuales incluso pasaron a otros juegos. Tuvo un par de secuelas para las consolas de sexta generación y las arcades, ambas exitosas. En realidad, yo rara vez las jugué, pero me pareció notable que siguieran con el mismo espíritu y estilo. SoulCalibur IV simplemente es otro paso evolutivo del juego, hacia las consolas de séptima generación.



Me compré la versión para PS3 y me ha dejado bastante satisfecho. La promoción del juego se basó en la inclusión de personajes de Star Wars: Yoda en la versión de Xbox 360, y Darth Vader en la de PS3. Además, ambas contienen un tercer personaje: el Aprendiz de Darth Vader, quien es el protagonista de Star Wars: The Force Unleashed, un juego de Lucas Arts que saldrá a la venta el mes que viene. Por supuesto, no he jugado como Yoda, pero Darth Vader es un poco decepcionante. Es un tanto lento en sus movimientos, que por otro lado son algo genéricos, y apenas usa la Fuerza. Sólo está ahí por el placer de poder jugar como Darth Vader. El Aprendiz, por su parte, es una historia distinta. Él es uno de los personajes más poderosos de SoulCalibur IV: es demasiado ágil y utiliza la Fuerza sin muchas restricciones, lo cual lo hace un oponente realmente complicado, cualquiera que sea el nivel de dificultad que se escoja. Es una muy buena adición al juego.

Las otros dos personajes que hacen su debut aquí son Hilde y Algol. Hilde es una princesa guerrera medieval, medio modelada a la Juana de Arco, que utiliza una lanza y una espada corta, lo cual hace que sus ataques sean muy versátiles. Algol, por su lado, tiene un diseño excelente, que deja toda una impresión: un rey guerrero de una civilización perdida, de porte imponente y que puede utilizar tanto a SoulCalibur como a Soul Edge. Con Algol uno puede apreciar el excelente trabajo de animación que hicieron con este juego, la meticulosidad del diseño y sus detalles.

Por supuesto, el resto son personajes recurrentes de la serie, junto con algunos personajes bono, que en total suman 33. Los viejos favoritos Yoshimitsu, Maxi, Sophitia, Mitsurugi, Kilik, etcétera, están todos ahí. Descontando unos pocos clones inútiles, hay una variedad de personajes verdaderamente satisfactoria aquí, todos ellos con diversos estilos, armas, ataques, ventajas y desventajas.

El gameplay está muy equilibrado, me gustó bastante. Todos los personajes siguen un mismo esquema de controles (incluyendo algunos combos), por lo cual el juego se vuelve muy accesible para cualquier principiante. Puedes llegar lejos aquí simplemente oprimiendo botones y esperando que ocurra lo mejor, dejándote llevar por pura intuición. Y, no obstante, hilar una serie de combos y hacer los movimientos más avanzados requiere de cierta técnica. Por lo tanto, el juego resulta muy divertido en reuniones o fiestas, dada su accesibilidad. Y, quien desea un mayor reto, también puede obtenerlo al tratar de dominar todo tipo de movimientos y trucos.

Otra adición al juego es el sistema de armadura destruible: si bloqueas demasiado, se te destruirá una parte de tu armadura; esto puede llevar a una condición de vulnerabilidad que permita el "Critial Finish", un movimiento final al que le quisieron dar mucha espectacularidad, pero, en realidad, es decepcionante y tiene muy poco impacto.

El juego tiene diferentes modalidades. Para el jugador solitario, están los modos conocidos de Historia, Arcade y Entrenamiento, además de uno nuevo, Tower of Lost Souls. La modalidad de Historia es, a la vez, buena y decepcionante. No hay desarrollo de las historias de los personajes; simplemente te ponen a leer un texto aburrido al principio de cada campaña, y el resto son cutscenes cortas y muchas veces repetidas. Pero lo que me gustó de esta modalidad es su baja dificultad: terminar la campaña de cada personaje apenas toma 10 ó 15 minutos, y así uno gana dinero y logra desbloquear personajes, escenarios, equipo y armas fácilmente. Me tardé menos de 2 horas en desbloquear a todos los personajes, lo cual es genial, puesto que lo primero que uno quiere hacer es reunirse con amigos y tener la posibilidad de jugar con todos los personajes.



Arcade es un tanto más difícil, pero el que se lleva el premio es Tower of Lost Souls. Esta modalidad consiste en un ascenso y descenso de dicha torre. Es una especie de modo de sobrevivencia, donde el jugador debe combatir a una serie de enemigos que parece interminable, sin que en ningún momento se reabastezca su barra de salud. Por cada piso limpiado de enemigos, se desbloquea un nuevo accesorio o arma, que aparece disponible en la tienda, y sirve para la creación de personajes personalizados. Pasar esta modalidad de Tower of Lost Soul es un auténtico reto, y requiere de mucha dedicación.

Una de las mejores adiciones al juego es la posibilidad de crear un personaje propio. Por supuesto, estos siempre están basados en los existentes, pero se puede personalizar sus equipos y armas, de manera que se puede crear un guerrero sumamente especializado, balanceado o simplemente ridículo. No obstante, es imposible diseñar uno invencible, puesto que, por cada atributo que se le otorgue, otros disminuyen. Es un sistema muy bien planeado y efectivo; y, sobre todo, es divertido.

Finalmente, la mayor novedad del juego es la capacidad para jugarlo en línea, a través de Xbox Live o PSN. En realidad, yo sólo lo intentado una vez y estuvo divertido, si bien puede ser frustrante en ocasiones, debido al lag. En cualquier caso, sigue siendo una excelente adición.

En suma, este juego muestra un avance muy lógico en la evolución de las series, más unas cuantas adiciones bienvenidas, que, si bien en manera alguna cambian o revolucionan el modo de juego, mantienen mucha calidad y, lo que es más importante, divierten mucho.

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