domingo, 11 de enero de 2009

Batman: A Death in the Family

En lo personal, nunca me ha gustado Robin. No sé cuál haya sido la intención de Bob Kane para introducirlo como el patiño de Batman: a lo mejor pensaba que el concepto de Batman era demasiado oscuro, o quizás quería hacer más kid-friendly al cómic. Tal vez sólo fue producto de sus fantasías pedófilas y homosexuales. Quién sabe. El caso es que este personaje irritante, de traje colorido y sin pantalones, que sólo usa un antifaz para cubrirse el rostro, se volvió demasiado icónico a través de las edades de oro, plata y bronce de los cómics.

Pero luego llegó la edad moderna. Frank Miller escribió The Dark Knight Returns y Year One. La personalidad de Batman se volvió más complicada. ¿Cómo alguien podía combatir al crimen al lado de este vigilante frío, amargado y medio psicótico? Respuesta: no se podía. Dick Grayson, al también volverse un personaje multidimensional, optó por la emancipación y se convirtió en Nightwing. ¿Pero cómo podía Batman quedarse sin el homoerotismo de un niño vestido de pajarito? ¡Impensable! Fue entonces que Jason Todd entró en escena como el sustituto de Dick.

Pero Jason Todd no complació a los fans. Era impulsivo, con demasiada angustia adolescente, medio torpe. Aburría mucho a la gente. Así es que DC soltó un número de teléfono para que los fans votaran por su muerte o por su continuidad dentro de los cómics. Más de 5 mil personas pagaron sus llamadas para votar por que muriera. Así es como en 1988 surgió Batman: A Death in the Family, la serie de cómics que cuentan los eventos que llevaron al asesinato de Jason Todd por parte de -quién más- The Joker.

Como todos los fans de Batman saben, la muerte de Jason Todd dejó marcado a Bruce Wayne de por vida, volviéndolo todavía más amargado y paranoico. El shock y la influencia que la muerte del segundo Robin en la historia del Caballero Oscuro han hecho que A Death in the Family aparezca en muchas listas de "los mejores cómics de Batman". Por supuesto, uno esperaría que fuera una serie tremendamente sombría y emocional. Después de todo, están matando a Robin, un icono de DC. Pero, la verdad, es un cómic bastante estúpido.



¿Cómo murió Robin, entonces? Al principio, vemos a un Jason Todd más irritante que nunca, enojado a todas horas y portándose imprudente frente a sus enemigos. Batman se enfada y lo manda a su cuarto, quitándole su permiso para ser Robin. Jason da un paseo por su antiguo vecindario y una vecina lo reconoce. Le da varias cosas de su vieja casa que ella pudo recuperar antes que la gente de Goodwill legara para llevarse todas las pertenencias de sus fallecidos padres. Entre esas mugres, Jason encuentra su acta de nacimiento, pero ¡sorpresa! descubre que su madre no era su madre. El nombre de su madre biológica aparece borrado por la humedad, pero logra distinguir una "S" al principio. El güerco busca los nombres de mujeres que comienzan con "S" en la agenda de su padre, y encuentra sólo tres. Hace una búsqueda en la Baticomputadora y descubre que todas ellas están en el Medio Oriente. Sin decirle nada a su protector, se lanza a Beirut para buscarlas.

Al mismo tiempo, Joker escapó y, coincidentemente, ha decidio volverse un villano internacional y vender un misil nuclear a fundamentalistas chiítas en Beirut. Batman lo sigue y se topa con Robin, quien, coincidentemente, sigue a una mujer espía israelí que logró meterse con los tipos que le comprarán la bomba a The Joker, y quien podría ser su madre.

En este punto, la historia no es sólo inverosímil, sino también muy aburrida. Los diálogos son pésimos, el ritmo es lento y ¿quién demonios imagina a Batman luchando con radicales musulmanes en Líbano, como quiera? En fin...

Batman y Robin frustran los planes de Joker y descubren que la chida espía israelí (quien es chidísima y bienintencionada, como todos los espías israelíes) no es la madre de Jason. Bu. Van en busca de la segunda mujer, quien, coincidentemente, también estaba en Beirut y, coincidentemente, se trataba de Lady Shiva. Sí, de alguna manera no se dieron cuenta de que era Lady Shiva, a pesar de que su nombre era Shiva, su archivo decía que era mercenaria, y es una de las rivales más serias de Batman, la artista marcial que iguala o supera sus habilidades de combate cuerpo a cuerpo. ¿No se supone que Batman es el mejor detective del mundo? Por Dios...

Por supuesto, ambos héroes derrotan a Shiva. Sólo queda una mujer más por visitar, esta vez en Etiopía. Ella es una doctora que trabaja con un equipo de ayuda humanitaria. Coincidentemente, Joker también la conoce y la busca para chantajearla, amenazando con decirle a todo mundo sobre su oscuro pasado (aparentemente ella había matado a alguien por un acto de negligencia médica) si no le entrega no sé qué tantos camiones con medicinas. El caso es que ella es la verdadera madre de Jason y recibe a su hijo con mucha alegría. Pero cuando Joker la captura, Jason se da cuenta de lo que sucede e informa a Batman. Los dos superhéroes se ven obligados a separarse, y Batman ordena a Jason que vigile el lugar donde se encuentran su madre y Joker, pero le prohibe tomar acción hasta que él regrese. Por supuesto, Jason desobedece y ¡sorpresa! es traicionado por su propia madre, quien se lo entrega a Joker en charola de plata.

¿Qué chingados está pasando aquí? A ver, la madre de Jason está feliz de volver a ver a su hijo, pero luego lo traiciona y mira con indiferencia cómo Joker lo golpea salvajemente con un crowbar (la única parte chida del cómic), fumándose un cigarrillo por mientras. Joker como quiera la traiciona a ella y la deja amarrada a una columna del lugar con una bomba de tiempo a sus pies. Jason, medio muerto por la verguiza que le acaban de meter, logra desatar a su madre y le dice que huya de ahí. Su madre, arrepentida, le responde que no saldrá del lugar sin él y lo lleva a cuestas hasta la puerta, que encuentra cerrada. La bomba explota y los mata a ambos.

Batman llega y alcanza a oír las últimas palabras de la madre de Jason. Lo extraño es que, aunque todo el almacén está hecho polvo por la explosión, los cadáveres están enteros. No tienen partes mutiladas y no están calcinados, ni siquiera un poco quemados. Como sea, Batman quita toda la evidencia que apunte hacia él o hacia Joker y las autoridades toman la explosión como un accidente. Es que limpiar una escena del crimen como ésa es algo tan sencillo...

Pero eso no es lo peor del cómic. Sí, hay más. Éste probablemente sea uno de los momentos más ridículos de la historia del Batman moderno: Joker es contratado por el Ayatolá para ser el delegado iraní ante la ONU. Así es. Y, como diplomático, tiene inmunidad en Gringolandia. Ni Batman ni nadie puede tocarlo. Pero como quiera Bats visita a su payaso archienemigo y le revela el nombre de Robin:



Ciertamente, cualquier persona con medio cerebro activo habría podido relacionar la estancia de Bruce Wayne en Medio Oriente y la muerte de Jason Todd con la presencia de Batman en ese mismo lugar y la muerte de Robin, pero esto es absurdo. You were responsible for what happened to Jason. Y Joker es tan estúpido que ni se da cuenta. ¿Dónde diablos estaban los editores? En serio...

Bueno, a pesar de que políticamente sería un movimiento muy idiota poner como delegado ante Naciones Unidas a un conocido asesino psicopático con una personalidad disociada, y a que si algo así sucediera lo lógico sería mandar a la chingada a Irán sin pensarlo dos veces, Joker atiende sesión en Nueva York. Y, obviamente, intenta matar a todos con su gas letal de la risa, pero Superman interviene y salva el día. No obstante, Sups deja que Batman lidie con Joker, cosa que prueba ser un error, ya que esto termina con un diplomático muerto y muchos daños materiales. Joker recibe una bala en el pecho y el helicóptero donde viajaba se desploma. Por supuesto, sobrevive a causa de algún milagro. Fin.

Ése fue el patético final de Jason Todd. Sin gracia, estilo, inteligencia o emoción. Los dibujos no son nada del otro mundo, el diálogo es torpe, la historia es estúpida, ridícula y aburrida. Se supone que esta serie debió ser triste, oscura y deprimente, pero no tiene absolutamente nada de eso. De verdad, tengo más emociones para mi excusado que para las situaciones sentimentales que se describen en este cómic. Y mejor no hablaré del mensaje político tendencioso, idiota y superficial que transmite.

The Killing Joke se publicó meses antes que A Death in the Family, y mostró una calidad abismalmente superior, en todo sentido. Batgirl era otro personaje del cual debían deshacerse, pero vaya si supieron lograrlo. La manera en que Joker la deja paralítica de un simple balazo, la desnuda y le toma fotografías que luego muestra ampliadas a su padre en un intento por volverlo loco fue algo genial. Y ni hablar del vínculo entre Batman y Joker que ahí se reveló. Ése sí fue un cómic profundo. Pero lo escribió Alan Moore. Jim Starlin fue el responsable de A Death in the Family, y, predeciblemente, después de ello siguió una carrera muy poco sobresaliente como escritor de cómics.

Por supuesto, ése no fue el final de Robin, y de hecho tampoco el de Jason Todd. Robin regresó como Tim Drake, un personaje más ameno e inteligente (y ahora con pantalones), que como quiera suele trabajar independientemente de Batman, ya sea por cuenta propia o como parte de los Teen Titans. Hace unos pocos años, Jason Todd fue resucitado debido a alteraciones en dimensiones paralelas (o algo así) y regresó como villano. Sobra decir que sigue sin ser un personaje convincente.

La muerte de Robin pudo haber sido algo realmente grande, trágico y memorable. Es increíble la forma en que transformaron en basura a una idea con tanto potencial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todd sí es el peor robin de Batman en los comics, y sí es pesimo el comic de su muerte, pero es el problema caundo estas historietas son trabajo y no realizaciones personales o un ideal de varias personas. De todos modos se recuerda el comic porque se murio, bueno no del todo porque sí volvio. Para historias de Batman yo la verdad prefiero Arkham Asylum, no todo lo de miller, pero el Return of Dark Night donde está viejo es excelente y más cuando le pone una chinga a Superman.

PS:si es que te atreves a leer a Heidegger te recomiendo que leas Tiempo y Ser y Qué es Filosofía. Si lo kieres sondear lee el de Arte y Poesía. No te vayas con la finta de Ser y Tiempo, porque es una obra de su juventud, no terminada y que mejor dejo a un lado. Y te advierto que es de lo más dificil para leer.

Clauricaune dijo...

Bueno, si he podido leer a Paul Ricoeur, Jung y "El deslinde" de Alfonso Reyes, supongo que puedo con Heidegger. Tal vez. Lo intentaré.

Gracias por las recomendaciones.