martes, 9 de diciembre de 2008

The Tipping Point

The Tipping Point (traducido al español con el nombre baboso de La clave del éxito) es un libro famosísimo escrito por Malcolm Gladwell. Se enfoca en la mercadotecnia y su dinámica en lo referente a las llamadas "epidemias sociales", es decir, las tendencias contagiosas que abarcan desde la imposición de una moda juvenil hasta el surgimiento repentino de oleadas criminales. Gladwell intenta encontrar los elementos que conducen al tipping point, o punto de inflexión en que algo (una idea, una forma de vestir, un libro, una acción criminal) se esparce masivamente, de comunidad en comunidad.

La teoría de Gladwell dice que los factores clave que provocan una epidemia social son: 1) los conectores y los mavens, personas socialmente hábiles y muy bien informadas que se encargan de esparcir y promover ideas y productos novedosos, sólo porque le gusta hacerlo; 2) el "gancho", un elemento creativo inasible que hace que dicha idea o producto se vuelva atractiva o extraordinaria; y 3) el contexto en que se crea el mensaje, el cual (según Gladwell) tiene una importancia pivotal y la menor modificación que sufra tendrá un impacto gigante en las personas que viven inmersas en él.

La verdad es que el libro tiene un par de ideas interesantes, pero el resto, debo decirlo, es mierda. La teoría de este tipo se sotiene tan bien como una jirafa bailando tap sobre el pararrayos de la torre Chrysler.

Su idea acerca de la importancia los conectores y mavens en la difusión de una epidemia social parece interesante en primera instancia, pero no la fundamenta muy bien. Se basa en un montón de ejemplos aislados y trata de sostenerla enteramente sobre el experimento de los seis grados de separación; pero, obviamente, un solo experimento no basta para sacar conclusiones de este tipo. De hecho, entre la crítica que se le hace a este libro, se menciona mucho a un tal Duncan Watts, quien repitió el experimento de los seis grados de separación, pero observó que los supuestos conectores no eran cruciales para la transmisión del mensaje. De cualquier manera, aunque lo que dice Gladwell fuera cierto, en la era de la información, donde los mensajes se transmiten de manera más distante e impersonal, los mavens y conectores no serían tan relevantes para el caso.

El factor del "gancho" no es elaborado ni siquiera un poco en este libro. ¿Qué es? ¿En qué consiste? Quién sabe. Gladwell sólo dice que, para que una idea o producto pegue, debe tener "gancho". Es todo. Información obvia e inútil.

Lo que Gladwell escribe sobre el contexto, aunque igualmente tapizado de mierda, sí tiene algunos puntos atinados. Creo que lo más rescatable de The Tipping Point está en el énfasis que pone sobre la necesidad de trabajar en grupos pequeños y cohesionados; y la importancia que tienen los pequeños detalles. La psicología grupal siempre ha sostenido que (haciendo las neurosis a un lado) los pequeños grupos de trabajo son los más efectivos; y lo mismo es válido para las comunidades pequeñas. Gladwell se basa en algunos de estos estudios (curiosamente no los más importantes) y, especialmente, en la regla del 150, según la cual 150 es el número máximo de personas con las que un individuo puede mantener una auténtica relación social. Fair enough, coincido con él en este punto.

En cuanto a los pequeños detalles, Gladwell acierta y, a la vez, no. Él afirma que una pequeña modificación en el ambiente cotidiano puede hacer la diferencia en la manera en que nos comportamos dentro de él. Algo así también sucede con la publicidad: el más mínimo cambio en un anuncio puede cambiar nuestra percepción acerca del producto que vende. Por ejemplo, borrar los grafitis de los muros en un barrio y limpiar la basura de sus calles puede provocar cambios muy favorables en la actitud de la gente que lo habita. Y poner un mapa y un horario en un anuncio de vacunación puede lograr que más personas atiendan a inyectarse.

Esencialmente, el autor habla del poder que los símbolos tienen sobre la gente, pero no lo ve precisamente desde esa perspectiva, no profundiza demasiado en ello y se vale de unos pocos estudios de psicología cognitiva-conductual para formular algunas de las conclusiones más precipitadas, no fundamentadas, reduccionistas, simplonas y, en general, absurdas que he leído. Cito algunas de sus afirmaciones:

Al final, las convicciones de nuestro corazón y los contenidos verdaderos de nuestros pensamientos son menos importantes a la hora de guiar nuestras acciones, frente al peso que tiene el contexto inmediato.

O ¿qué tal ésta?

Es posible ser mejores personas si caminamos por una calle limpia o si usamos un sistema metropolitano limpio que si éstos se hallan repletos de basura o grafitis.

En algún punto incluso llega a sacar conclusiones acerca de la estructura y la evolución del cerebro humano basándose en cosas de este tipo. El retrato que hace del pensamiento humano es de una cosa moldeable como la plastilina. Afirma que las emociones y los principios éticos pasan a segundo plano con respecto al contexto, al punto que una calle limpia nos puede cambiar en lo más íntimo y convertirnos en excelentes personas. No va a las causas profundas de los sentimientos y tampoco se molesta en indagar un poco más en qué consisten exactamente las convicciones y los principios éticos. Le encanta patinar sobre la superficie y cree haber encontrado el hilo negro por ahí, rebuscando entre datos evidentes. Bullshit pura.

En fin, olvidé mencionar que, entre lo rescatable, también está el capítulo acerca del tabaco y los fumadores, aunque haya hecho un perfil muy insultante del fumador. Pero qué weba hablar de eso.

Como sea, las ideas principales de The Tipping Point no son cosa del otro mundo y se podrían resumir en 10 páginas. Las otras 290 páginas del libro sólo contienen ejemplos y casos concretos. El amigo que me recomendó esta cosa me dijo que lo interesante no eran tanto las ideas como los ejemplos, y creo que tiene razón. Al menos entretienen y pueden ser objeto de reflexión. Pero, la verdad, por momentos sí me sentía algo confundido y perdido entre tanto ejemplo. Esto puede ser algo un poco engañoso, pero estos ejemplos sólo los utiliza para describir las ideas; en manera alguna pueden fundamentarlas.

A final de cuentas, el libro podría valer la pena sólo por los ejemplos aislados y una que otra idea medio atinada. El resto está muy enmierdado y debe ser visto con cautela.

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